Poemas de Iris Miranda
Disfruta de algunos poemas de la poeta Iris Miranda
El murciélago
Mi casa se halla en las cuevas
escondidita del sol.
Soy como un ratón
con alitas de dragón.
Tengo oídos bien grandes
que en la noche son mis ojos.
Duermo patas arriba
sin sentir ningún enojo.
Mi tarea es dar balance
de manera singular
con mi apetito voraz
como millones de insectos
para la siembra cuidar.
Mi tarea es importante.
Y aunque yo parezca feo,
soy apuesto y elegante
así lo dicen mis padres.
Soy un buen murciélago
con alitas de dragón.
Soy un buen murciélago
que realiza su labor.
Cantar de abejas en noche iluminada por cucubanos
Hace mucho tiempo, me contó una abejita que una noche sin luna se enfermó una abeja reina. Y solo el néctar de la flor mágica la podía curar. Pero cómo encontrar la flor en la gran oscuridad -se preguntaban las abejas.
Entonces, una cucubano las oyó hablar y, muy presta, les dijo: “Yo las voy a ayudar”. Cucubano Amarillita llamó a todos sus hermanos y así, alumbrando el camino con sus colitas de estrellas, hallaron a la flor, quién, muy a gusto, de su néctar mágico, les dio una gran porción.
Y colorín iluminado, la abeja reina sanó.
Un poeta llamado Virgilio
A “La Tierruca”
Virgilio, niño, detente,
dime qué quieres ser.
Cuando sea un hombre seré poeta
para cantarle todo mi amor
al valle verde por donde corro
frutos y aguas, montes en flor.
Cuando sea un hombre escribiré
un poema
que cante la belleza de mi tierra
(como se pinta una imagen
en la memoria del tiempo)
para que nadie nunca
se olvide de ella.
Noche tibia
Columpiábase la niña en la noche tibia
acercándose a la luna que la seguía.
Quería alcanzarla con las pupilas
de niña plata, de niña noche,
de niña lírica.
Con los ojos abiertos hasta lo más alto
la encerró en sus párpados cuando caía;
y así pasaron todas las noches
de confesiones de miles cuentos
de muchas lunas del universo
en la noche tibia.